🌷 La culpa no educa, el vínculo sí
- Mi Rincón Favorito
- 20 oct
- 2 Min. de lectura

A veces, durante o al final del día, aparece esa voz bajita (o no tan bajita) que susurra: “Hoy no lo hice bien.” “Le grité.” “No tuve paciencia.” “Prometí que no volvería a hacerlo y lo hice.”
Y entonces, llega la culpa. Esa sensación de haber fallado justo donde más queremos acertar. Porque la crianza —aunque esté llena de amor— también está llena de cansancio, contradicciones y aprendizajes constantes.
Pero la Disciplina Positiva nos recuerda algo esencial:
💛 la culpa no enseña, el vínculo sí.
🧠 Lo que ocurre en el cerebro
La culpa activa en nuestro cerebro las mismas zonas relacionadas con el miedo y la amenaza (la amígdala). Cuando educamos o nos hablamos a nosotras mismas desde ese lugar, el cuerpo se tensa, el pensamiento se bloquea y la conexión se apaga.
Y lo mismo ocurre con los niños y niñas: Cuando sienten que están “mal” o “que decepcionan”, no aprenden mejor, solo se desconectan de su valor.
El aprendizaje real ocurre cuando el cerebro se siente seguro, cuando hay vínculo y cuando el error se entiende como una oportunidad de crecer.
Por eso, desde la Disciplina Positiva, cambiamos el foco:
👉 En lugar de castigar (a los demás o a mí misma), acompaño.
👉 En lugar de culpar, busco comprender.
👉 En lugar de exigirme perfección, elijo presencia.
🌱 La mirada de la Disciplina Positiva
La culpa se enfoca en el error. El vínculo se enfoca en la relación.
Disciplina Positiva no significa que todo valga o que ignoremos los límites; significa que educamos desde la conexión, no desde la vergüenza.
Porque los límites también pueden sostenerse con ternura:
“No fue bien lo que hiciste, pero sigues siendo importante.”
“Te entiendo, y también necesito que lo hagamos de otra manera.”
El mensaje no es “estás mal”, sino “puedes hacerlo diferente, y te acompaño”.
✨ Ideas prácticas para transformar la culpa en vínculo
🔸Haz alguna pausa. Cuando sientas culpa, para un momento. Respira profundamente. No necesitas resolver todo enseguida.
🔸Cambia el lenguaje interno. En lugar de “lo hice fatal”, prueba con “hoy no salió como quería, pero estoy aprendiendo”.
🔸Repara en lugar de castigar. Si algo dolió, nómbralo: “Antes te hablé mal, lo siento. Estaba cansada.”
🔸Recuerda que tu peque aprende más de lo que haces después del error que del error mismo.
🔸Permite el cariño. A veces, un abrazo sincero enseña más que cien palabras.
🌷 Para ti, que acompañas
Tú también estás aprendiendo. Tú también mereces comprensión. Y no, no tienes que hacerlo perfecto para educar con amor.
La culpa quiere que cambies por miedo; el vínculo te invita a crecer con ternura.
Así que hoy, si sientes que no llegas, si crees que fallaste, repítelo despacito:
✨“Estoy aprendiendo."
✨"Mi intención es buena."
✨"Mi vínculo sigue ahí.”
Eso es educar desde el corazón.
🌾 Un recordatorio suave
La Disciplina Positiva no busca familias perfectas, sino familias conectadas. Cuidar el vínculo no significa no equivocarse, significa volver siempre al encuentro.
💛 Educar no es hacerlo todo bien, es seguir intentando hacerlo con amor.
💬¿Y tú? ¿Te reconoces en esa culpa que a veces aparece? ¿Cómo te hablas cuando los días no salen como esperabas? Os leemos con cariño 🌻





Comentarios