🎃 Miedos, disfraces y risas: cómo acompañar Halloween desde la Disciplina Positiva
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- 27 oct
- 3 Min. de lectura

Llega por fin Halloween, o Samaín, esa época mágica del año en la que las calles se llenan de calabazas, disfraces, luces tenues y risas entre sustos. Un tiempo en el que la imaginación cobra vida y lo misterioso se mezcla con lo divertido. Para muchas familias es una época divertida, llena de disfraces, manualidades y caramelos. Pero también puede traer emociones intensas: miedos, sustos, niños o niñas que no quieren disfrazarse o que se asustan más de lo esperado.
Desde la mirada de la Disciplina Positiva, estas fiestas son una oportunidad maravillosa para hablar de emociones, empatía y respeto, más que de miedo o valentía.
🧠 Lo que ocurre en el cerebro infantil cuando sienten miedo
El miedo es una emoción básica y protectora. En los niños y niñas, su cerebro todavía está aprendiendo a distinguir entre lo imaginario y lo real.
Cuando ven una máscara, un disfraz o un sonido fuerte, la amígdala cerebral se activa: interpreta “peligro” y lanza la alarma. No pueden razonar todavía como una persona adulta, porque la corteza prefrontal, que da contexto y calma, está en pleno desarrollo.
Por eso no sirve decir “no pasa nada” o “no seas tonto, si solo es un disfraz”. Su miedo y su sentido de estar en peligro son reales para ellos o ellas.
Lo que necesitan no es que les quitemos el miedo, sino que les acompañemos a transitarlo:👉 “Veo que te asusta esa máscara, y es normal. Puedo quedarme contigo hasta que te sientas mejor.”
Cuando la persona adulta ofrece calma y seguridad, el cerebro infantil aprende a autorregularse por imitación. Esa es la base de la seguridad emocional.
🌱 Acompañar desde la Disciplina Positiva
Acompañar desde la Disciplina Positiva significa estar presentes con amabilidad y firmeza a la vez.
🌼 Amabilidad: reconocer y validar lo que sienten.
🌳 Firmeza: sostener los límites que les dan seguridad (por ejemplo, no obligarles, pero tampoco evitar todo contacto con lo nuevo).
Algunas ideas prácticas:
🔸Anticipar y hablar: contar qué pasará, ver juntos los disfraces, mirar fotos del año anterior o leer un cuento sobre Halloween.
🔸Respetar su ritmo: si no quiere disfrazarse o salir, está bien. Puede participar de otras formas (decorar, repartir chuches, mirar desde la ventana).
🔸Fomentar la empatía: si tu peque disfruta asustando, puedes aprovechar para enseñar que el juego solo es divertido si todos lo están pasando bien.
🔸Cuidar los estímulos: no todos los entornos son adecuados para todas las edades. Menos luces, menos ruido, más conexión.
🔸Acompañar con humor y ternura: el juego simbólico y los disfraces son también una manera de explorar miedos desde la seguridad.
🕯️ Un recordatorio suave
El miedo no es un enemigo del que huir, es un mensajero que nos ayuda a conocernos mejor. Y cada vez que acompañas con calma ese miedo, estás enseñando a tu hijo o hija a confiar en sí mismo, en ti y en el mundo.
🌷 Y para ti, que acompañas
Quizás tú también sientas contradicciones: ganas de disfrutar la fiesta, pero algo de agobio con tanto ruido, disfraces o azúcar. Acompañar no significa hacerlo todo perfecto: significa observar, escuchar y adaptarse.
No es un “deberías disfrutar”, es un “vamos a hacerlo a nuestro ritmo”.
🎃 Este Halloween (o Samaín), celebra el juego, la creatividad y la conexión. Porque, al final, lo importante no es el disfraz, sino sentirse a salvo dentro de él.
💬 ¿Cómo vivís en casa estas fiestas? ¿Les gusta disfrazarse o prefieren mirar desde fuera? Os leemos con cariño 🌻





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