✨ Lo que sí puedes controlar: tu regulación emocional como madre/padre
- Mi Rincón Favorito
- 18 ago
- 3 Min. de lectura

A veces la crianza, y en épocas especiales como las vacaciones, nos lleva a lugares intensos. Días en los que todo parece desbordarse: discusiones, gritos, rabietas, prisas, agotamiento. Y en medio de ese torbellino, queremos controlar. Controlar el volumen. La conducta o comportamiento. El momento. Al peque.
Pero en Disciplina Positiva aprendemos algo esencial:
🧭 No puedes controlar lo que siente o hace tu peque… pero sí puedes aprender a regular lo que haces o sientes tú.
Tu respiración. Tu pausa. Tu presencia. Y ese pequeño gran giro lo cambia todo.
🧠 Un poco de teoría: el cerebro en modo supervivencia
Cuando un niño o niña grita, pega, desobedece o entra en crisis, no lo hace porque “quiere portarse mal”. Lo hace porque su corteza prefrontal —la zona del cerebro encargada de regular emociones, tomar decisiones y pensar con lógica— aún está en desarrollo (hasta los 25 años aproximadamente).
Por eso, cuando algo le frustra, duele o abruma, su sistema nervioso entra en modo supervivencia: lucha, huida o congelación. No puede pensar. Solo siente.
Y cuando tú entras también en ese modo (porque estás agotada, reactiva o herida), el conflicto tiende a escalar.
🌱 Aquí es donde entra la regulación emocional adulta. Porque si tú te regulas, puedes co-regularle. Le prestas un poco de tu calma hasta que pueda calmarse por sí mismo/a.
🌿 La regulación emocional no es perfección. Es consciencia.
No se trata de no enfadarte nunca o estar siempre de buen humor. Ni de hablar siempre suave y con amabilidad. Se trata de notar cuándo te estás desbordando… y tener recursos para volver a ti y a esa calma en la que se verá reflejado o reflejada.
💡 Disciplina Positiva no busca padres y madres perfectos. Busca adultos disponibles, humanos y conscientes. Adultas que modelan lo que luego esperan de sus peques: autorregulación, empatía, reparación, conexión.
🛠️ Herramientas prácticas para regularte en el momento
Aquí algunas estrategias que puedes probar cuando sientas que te estás saliendo de ti:
🔹 PON NOMBRE A LO QUE SIENTES
“Estoy frustrada”, “me siento agotado”, “esto me está costando”. Cuando verbalizas, das un paso fuera de la reacción automática.
🔹 PAUSA (NO HACE FALTA REACCIONAR YA)
Puedes decir: “Necesito un momento para calmarme, luego hablamos”. No es huir. Es evitar hacer daño desde la impulsividad.
🔹 HAZ ALGO FÍSICO
Respira profundo. Lava tus manos. Sal al pasillo. El movimiento corporal ayuda a salir del estado de alerta.
🔹 CAMBIA EL FOCO
Pregúntate: “¿Qué necesita mi hijo/a ahora mismo?” Eso baja el juicio y activa la empatía.
🔹 ANTICIPA TUS MOMENTOS DIFÍCILES
¿Te cuesta más al final del día? ¿Después del trabajo? Cuidarte antes puede marcar la diferencia.
✨ ¿Y si me equivoco?
Spoiler: Te vas a equivocar. Todos y todas lo hacemos. Y ahí entra otra joya de la Disciplina Positiva: la reparación. Puedes volver, mirar a tu peque a los ojos y decir:
🫶 “Antes grité. Estaba muy cansada, pero no fue justo. Lo siento.”
Eso enseña más que mil sermones. Le enseña a reparar, a reconocer emociones, a confiar en que el amor no se rompe por un mal momento.
🌷Cuidarte también es parte de educar
No puedes acompañar desde el desborde permanente. La autorregulación no se construye sólo en los momentos de crisis, sino en cómo te cuidas, cómo te hablas, cómo te escuchas.
💛 Tu autocuidado no es un lujo. Es una necesidad. Para poder sostener, contener, estar.
🪞Una nota suave para ti
No lo vas a hacer siempre bien. No hace falta además. Lo que sí puedes es hacerlo con presencia, con consciencia y con intención de seguir creciendo.
Cada vez que eliges respirar en vez de gritar, cada vez que eliges pausar antes de castigar, cada vez que eliges reparar… estás sembrando. En tu peque. Y también en ti.
Porque criar con respeto empieza por tratarte con respeto a ti también.
💬 ¿Cómo te regulas tú en los momentos de tensión?¿Tienes alguna herramienta o ritual que te ayude a parar y reconectar? Te leemos en comentarios 🌻
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