🌼 Separaciones y reencuentros: pequeños rituales que sostienen
- Mi Rincón Favorito
- 15 sept
- 3 Min. de lectura

Con el comienzo de la escuela infantil, el cole y las nuevas rutinas, cada día empieza y termina con dos momentos muy relevantes cargados de emoción: el adiós por la mañana y el reencuentro por la tarde.
A veces son rápidos y serenos, otras veces con lágrimas o prisas. Pero, más allá de cómo se vean desde fuera o cómo los veamos las personas adultas, para los niños y niñas estos micro-momentos son auténticos pilares de seguridad emocional.
🧠 Lo que ocurre en el cerebro infantil
Cuando un peque se separa de su figura de referencia, involuntariamente su sistema nervioso se activa: la amígdala detecta la separación como una posible amenaza y se enciende la alarma emocional. Por eso aparecen llantos, resistencia, o ese “no quiero ir”. Es la llamada ansiedad por separación.
Lo que les calma no es tanto la lógica de “va a estar todo bien” como la experiencia repetida y constante de que:
Al separarme, sigo seguro o segura.
Al reencontrarme, vuelvo a sentirme en casa.
Cada separación y cada reencuentro son un entrenamiento emocional en confianza y regulación para las familias.
🌱 La mirada de la Disciplina Positiva
En la teoría de la Disciplina Positiva hablamos de amabilidad y firmeza a la vez:
Amabilidad para validar lo que sienten (“entiendo que te de miedo separarte”).
Firmeza para sostener la rutina con seguridad (“y ahora toca entrar en clase, aquí está tu profe que te va a cuidar”).
No se trata de alargar eternamente el adiós, ni de hacerlo frío y distante. Se trata de ritualizarlo para que se convierta en un puente seguro entre dos mundos: el de casa y el de la escuela. Un momento predecible.
✨ Ideas prácticas para despedidas y reencuentros
🔸Un ritual breve y predecible: una canción cortita, un gesto con la mano, un abrazo especial. Siempre igual, siempre corto. La previsibilidad da calma.
🔸 Nombrar la emoción: “Te da pena que me vaya, y es normal. Te entiendo.” Validar calma más que negar o distraer.
🔸Confiar delante de ellos y ellas: transmitir seguridad en la escuela y en las personas adultas que les esperan. Los niños y niñas leen nuestras emociones más que nuestras palabras, aquí entran las neuronas espejo.
🔸El reencuentro importa tanto como la despedida: guardar el móvil, ofrecer mirada a su altura y brazos primero, preguntar después. El mensaje es: “Aquí estoy, te estaba esperando.”
🔸Celebrar el reencuentro sin exámenes: en lugar de “¿qué tal te fue?”, algo como “qué alegría volver a verte” refuerza la conexión sin presionar.
Recuerda: lo primero es conseguir la conexión, después ya llegará la información.
🌷 Y para ti, que acompañas
Las separaciones también mueven mucho en las familias. Puede doler dejarles llorando, o puede que sientas culpa o miedo de que no lo pasen bien.
Un recordatorio suave: acompañar no es evitar el llanto, es sostenerlo con confianza. Cada vez que vuelves, estás enseñando que la separación no rompe el vínculo, que siempre se reencuentran.
Y también tú necesitas tu propio ritual: una respiración profunda, un café tranquilo, un recordatorio de que lo estás haciendo bien. Porque lo estás haciendo lo mejor que puedes.
✨ Los “hola” y los “adiós” del día a día no son detalles pequeños: son anclas emocionales que enseñan a confiar en que las despedidas duelen un poquito, pero los reencuentros siempre llegan.
💬 ¿Cómo son en tu casa las despedidas y los reencuentros? ¿Tenéis algún ritual especial? Os leemos con cariño 🌻
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