top of page
Buscar

🐢 Verano, niños y paciencia: una mirada desde la Disciplina Positiva

ree


El verano trae con él calor, cambios de rutina, más convivencia diaria… y muchos momentos en los que sentimos que la paciencia se nos escurre como el protector solar. Y no es raro: más tiempo en familia, menos horarios y rutinas, calor que debilita, cansancio acumulado… todo eso agota a cualquiera.


La buena noticia es que la paciencia no es algo que “tenemos” o “nos falta”: es una capacidad que podemos cultivar, cuidar y reforzar. Y la Disciplina Positiva nos da herramientas para hacerlo desde el respeto mutuo.


La paciencia es la capacidad que tenemos las personas de soportar, de esperar y tolerar determinadas situaciones desde la calma y la tranquilidad, sin que nuestro estado emocional y de ánimo se vea afectado. 



☀️ ¿Por qué cuesta un poco más tener paciencia en verano?


Porque estamos más expuestos emocionalmente: menos rutinas claras y marcadas, menos tiempo personal o de descanso, más demandas externas (vacaciones, planes, familia, cambios), y a menudo nos sentimos culpables por no poder o saber “disfrutarlo todo”.

Y claro, cuando una criatura en pleno desarrollo está inquieta y con la energía a tope, y dice “mamááááá” o "papáááá" por cuarta vez en cinco minutos, o tira el agua por quinta vez, reaccionamos, no respondemos. Casi como de forma automática.



🌱 Lo que la Disciplina Positiva nos recuerda sobre la paciencia


  1. Detrás de lo que llamamos mal comportamiento, siempre suele haber una necesidad de tu peque que no siente cubierta. Cuando entendemos esto, podemos mirar con más compasión: “¿Está cansado o cansada? ¿Necesita conexión? ¿Tiene hambre?”.


  2. El autocuidado no es un lujo, es una necesidad básica. Si no estamos bien, es mucho más difícil responder con amabilidad y firmeza. La paciencia no se fuerza: se alimenta. Respira. Pide ayuda. Tómate un momento.


  3. La firmeza también es parte del amor. Ser paciente no es dejar que todo pase. Puedes sostener límites con serenidad y cariño. “Entiendo que estés enfadado, y no te voy a dejar pegar. Estoy aquí contigo.”



💡 Ideas prácticas para cultivar la paciencia en casa este verano:


1. El “minuto mágico”

Tómate un minuto (las veces que lo necesites) al día antes de sentir que tus emociones te superan, sólo para ti. No necesitas mucho más para reconectar de verdad contigo: respira profundo, sal a la ventana, cierra los ojos. Un minuto de presencia cambia el tono de todo después.


2. La pausa antes del grito

Cuando sientas que vas a estallar o que no puedes más, prueba a decirte mentalmente: “No me lo tomo de forma personal. Está aprendiendo y lo hace lo mejor que puede”. Ese segundo de pausa puede evitar un grito o una mala contestación y abrir espacio para una respuesta más consciente.


3. Céntrate en la conexión, no en el control

Muchas veces queremos que las cosas se hagan “ya y como yo digo”. Pero los niños o niñas cooperan más cuando se sienten conectados a lo que les estamos pidiendo. Antes de dar una orden, acércate, mírale, toca su hombro. Conexión primero, instrucción o corrección después.


4. Celebra tus logros pequeños

¿Hoy no gritaste cuando tiró el zumo? ¿Pudiste respirar antes de intervenir? ¿Tomaste un minuto para ti y tu autocuidado? Eso es disciplina positiva en acción. Reconócelo y valida cada pequeño esfuerzo. No necesitas ser perfecta. Solo seguir aprendiendo paso a paso.



❤️ La paciencia también se modela


Tus hijos o hijas no necesitan una madre/padre/figura adulta que sea como un robot y nunca se enfade, falle o que no pierda los nervios. Necesitan ver cómo la persona adulta se gestiona la emoción, cómo se repara, cómo se sigue adelante. Recuerda que eres ejemplo y tus peques modelan sus comportamientos imitando los tuyos propios.

Y eso, seguro lo estás haciendo. Paso a paso. Día a día. Incluso en verano, incluso cuando parece que no puedes más.



🐚 Una nota para ti, que acompañas


Cierra los ojos por un momento y conecta contigo, con tu niño o niña interior. Respira hondo y consciente. Estás criando, acompañando, guiando, además de ocuparte de muchas otras tareas y responsabilidades de la vida adulta. No estás sola o solo en esto. La paciencia crece cuando hay conexión, límites claros, y también cuando nos damos permiso para descansar y para aprender cuando fallamos.



💌 ¿Y tú? ¿Qué haces cuando notas que tu paciencia se agota?

Puedes dejar tus trucos, dudas o experiencias en comentarios. ¡Nos encantará leerte!

 
 
 

Comentarios


Rúa Angel Llanos, 14

Coia, 36209 Vigo, Pontevedra

886 30 98 56

  • instagram-new (1)
  • twitterx--v2

Horario

Lunes a Viernes:

10:00 a 14:00

y 15:30 a 19:30

Sábado:

Cuentacuentos gratuito al aire libre | 11:30

Firma-logos-MAIV-2025-24-25-blanco.png

© 2025 Creado por el Programa de Empleo MAIV Garantía Xuvenil 2024

bottom of page